Hay países que uno recorre con los pies, y otros que se sienten con el pecho. Vietnam es de los segundos.
Y febrero, con su clima amable y su Año Nuevo lleno de fuego simbólico, es la excusa perfecta para dejarse arrastrar por este país de contrastes: donde el incienso flota sobre el tráfico caótico, los ancianos juegan ajedrez en las aceras mientras el comunismo y el capitalismo se saludan cordialmente… y las playas compiten con las pagodas por tu atención.
Sí, febrero es un mes mágico. Pero no ese tipo de magia de postal sin alma. Aquí la magia huele a jazmín, a sopa pho, a billete recién cambiado y a un dragón que despierta.
🌤️ ¿La mejor época para viajar a Vietnam?
Los viajeros avezados —y los meteorólogos más simpáticos— coinciden: entre diciembre y abril es el momento dorado. Pero febrero, oh febrero… es un mes con personalidad.
No hace el calor pegajoso de los meses venideros ni la humedad ha decidido aún sabotear los planes. En el norte, Hanoi bosteza bajo cielos brumosos y temperaturas frescas, mientras que en el sur, Saigón se estira bajo un sol generoso, como gato en terraza. Y entre ambos extremos, una sinfonía de templos, mercados y paisajes que parecen saber que están siendo observados con admiración.
Pero si hay algo que distingue a febrero es el Tet, el Año Nuevo vietnamita. Imagina todo un país deteniéndose, limpiando sus casas, comprando flores, cocinando sin descanso… y después celebrando como si el pasado nunca hubiera dolido.
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🌦️ ¿Qué clima esperar? Tres Vietnams, tres escenarios
Vietnam no cree en la uniformidad climática. Es un país largo, testarudo y hermoso que se niega a obedecer una sola estación. En febrero:
- Norte (Hanoi, Sapa, Ha Long): 12°C a 20°C, ideal para paseos con bufanda y café caliente. Neblina en la bahía, terrazas adormiladas en Sapa, y esa sensación de invierno suave que da ganas de escribir cartas.
- Centro (Hue, Hoi An): Temperaturas más amables (24°C a 28°C), perfectas para perderse en ciudades con farolillos y trajes a medida.
- Sur (Ho Chi Minh, Phu Quoc): Aquí el verano ya juega en la arena. 28°C a 32°C, playas soleadas y una humedad que aún se comporta.
Conclusión: empaca para tres estaciones. Y deja espacio para souvenirs.
🧨 El Tet: cuando Vietnam enciende el alma
Viajar a Vietnam durante el Tet es como ser invitado a una boda donde no conoces a nadie… y aún así te abrazan, te dan de comer y te incluyen en la foto familiar.
Este festival no es solo fuegos artificiales: es memoria, futuro, superstición y ternura. Las calles se llenan de árboles de melocotón, sobres rojos, incienso, ofertas, risas, y deseos susurrados a los antepasados. Es el momento más íntimo del país… y, paradójicamente, el más abierto al extranjero curioso.
Eso sí: reserva con antelación. Porque los hoteles se llenan, los trenes se agotan y el país, literalmente, se detiene.
🗺️ ¿A dónde ir? Todo depende de tu humor (y tu termostato)
En el norte:
Te Invito a leer:
- Hanoi: Con su mezcla de decadencia colonial, lagos que respiran historia y calles que parecen improvisadas. Perfecto para perderse y encontrarse.
- Sapa: Terrazas vacías de turistas, minorías étnicas con trajes que desafían la monocromía global, y ese aire de montaña que oxigena el alma.
- Bahía de Ha Long: Más dramática con bruma. Los islotes flotan como pensamientos que aún no has tenido.
En el centro:
- Hoi An: En febrero, esta joya luminosa se viste de fiesta. Los faroles cuelgan como si el cielo tuviera ideas estéticas, y todo invita a caminar, probar, mirar.
- Hue: Si te interesa la historia imperial, las tumbas reales y las ruinas que aún no han sido domesticadas por el turismo, este es tu lugar.
En el sur:
- Phu Quoc: Playa, sol, calma. El descanso que todo caos necesita.
- Ho Chi Minh City (Saigón): El vértigo urbano, el tráfico como coreografía, los cafés como templos seculares, y una energía que no se puede contar: se respira.
🧭 Actividades que marzo envidiaría
- Cruceros en Ha Long con aire fresco y puestas de sol melancólicas.
- Trekking en Sapa, donde las terrazas aún no han sido pisoteadas por las masas.
- Clases de cocina en Hoi An (y sí, te van a enseñar a envolver rollitos con la paciencia de un monje).
- Mercado de flores en plena víspera del Tet: no solo por las flores, sino por la gente, la energía, los colores. Como si Monet hubiera nacido en Vietnam.
👕 ¿Qué ropa llevar a Vietnam en Febrero?
Febrero es un mes peculiar en Vietnam porque las temperaturas varían bastante según la región. Mientras en el norte (Hanoi, Sapa) puedes encontrarte con mañanas frías y neblinosas —¡incluso con temperaturas por debajo de los 15 °C!—, en el sur (como Ho Chi Minh o el delta del Mekong) disfrutarás de un clima cálido y seco, ideal para ropa ligera.
¿Entonces, qué empacar? Lo ideal es preparar una maleta versátil, con prendas que puedas combinar y superponer fácilmente.
📍 Norte de Vietnam (Hanoi, Sapa)
- Chaqueta ligera o cortaviento
- Jerséis o sudaderas
- Camisetas de manga larga
- Pantalones largos cómodos
- Calzado cerrado (tipo zapatillas de trekking o deportivas)
📍 Centro de Vietnam (Hue, Da Nang, Hoi An)
- Ropa de entretiempo
- Camisetas de manga corta + alguna manga larga por si refresca
- Pantalones o faldas largas de algodón
- Un impermeable ligero por si llueve
📍 Sur de Vietnam (Ho Chi Minh, Phu Quoc)
- Ropa fresca y transpirable (¡hace calor!)
- Shorts, camisetas, vestidos livianos
- Sandalias cómodas o chanclas
- Sombrero, gafas de sol y protector solar
💡 Consejo viajero: Lleva también una bufanda ligera o pañuelo. Es útil tanto para cubrirte del frío en el norte como para protegerte del sol o visitar templos en el sur.
🎒 Consejos útiles (no tan aburridos como parecen)
Come sin miedo: el estómago se adapta. Y si no lo hace, al menos lo intentarás con sabor.
Te Invito a leer:
Empaca capas: podrías pasar del frío seco al calor tropical en el mismo viaje.
Reserva con antelación: el Tet es el Black Friday emocional del país.
Respeta las costumbres: los altares, las ofrendas, las miradas. Vietnam no es un decorado: es sagrado.
A continuación, te invito a ver un video sobre los mejores lugares para visitar en Vietnam en febrero:
✨ Vietnam en Febrero no se cuenta. Se recuerda.
Es el mes donde todo empieza de nuevo. Donde el calendario se resetea y los deseos se escriben en papel rojo. Es un mes para andar lento, mirar profundo y dejarse envolver por un país que nunca se da del todo, pero siempre ofrece algo.
Te Invito a leer:
Viaja en febrero y quizás no entiendas todo. Pero sentirás algo. Y eso, en un mundo tan lleno de distracciones, ya es bastante.